…Fui primero a la catedral de los Anfibios Serviciales, que era preciosa por dentro y por fuera. Aunque los materiales no eran los que Gaudí hubiese utilizado, el lugar me recordaba las fotos que había visto en el siglo XX de una catedral de Gaudí. Me senté cerca de una de las columnas de cristal tallado en forma de chorro de agua saltando hacia el cielo. Toda la catedral era una fuente de piedra. Estaba iluminada por altas ventanas verdes con una luz tenue y líquida, y en las capillas laterales las estatuas de las serviciales criaturas se despatarraban o yacían o escalaban, cada una según su propia naturaleza.
Me quité la capa para refrescarme cuando me sente. Poco después me sorprendió una voz detrás de mí.
– ¿Hay algo que pueda hacer por ti, hija, o estás simplemente de visita?
– Ah… padre – murmuré, volviéndome para poder verlo – De visita. Sí.
– Eres la dama que rescataron del banco de arena. – Me sonrió mientras se sentaba a mi lado – ¿Qué te parece nuestra catedral?
– Es muy hermosa – dije, sinceramente.
í‰l asintió, sonriendo ante las columnas.
– En casa – dije, esforzándome por expresar la verdad sin complicaciones – En casa nos parecería extraño dedicar una catedral a… ah… los anfibios.
í‰l pareció levemente sobresaltado.
– ¿A qué dedicariais una catedral?
– A un mártir, tal vez – sugerí – ¿A un ángel?
– ¿Los hizo el Creador? – preguntó él.
Dije que sí con la cabeza.
– Bueno, a éstos también -dijo con cierta acritud señalando a su alrededor – ¿Hay algunas partes de la creación que sean más dignas que otras en tu tierra?
– Le dije que sí, que en mi tierra (pensando en el siglo XX y el XXI) sólo los humanos eran dignos de algo. Todo lo demás era sacrificable.
í‰l sacudió la cabeza, sin habla, su viejo rostro súbitamente lleno de horror. Me hizo un gesto que interpreté como de aversión, de miedo.
Sheri S. Tepper es punto y aparte en la literatura fantástica y de ficción, una mujer que sabe mezclar el cuento, la leyenda y traer los más desquiciantes mundos futuros, todo ello con una visión feminista y ecologista. Tuvo gran éxito «La puerta al país de las mujeres», una aparente historia de ciencia ficción de gran carga feminista; y también «El árbol familiar», que empieza siendo un cuento encantador mezclado con personajes reales y de repente te atiza uno de los más grandes mazazos que te puede deparar un libro. Pero yo me quedo con «Despertar», sin duda alguna. Con lo que otros habrían hecho una docena de novelas, Sheri S. Tepper hace una sola, maravillosamente hilada, con el relato de un mundo lleno de imposibles, y de personajes que acaban todos ellos dotados de un alma y un carácter, y mucha moraleja, pero sin moralina.
yo lo leí esta genial! muy buen libro!
Es uno de los mejores libros que he visto, ya lo leí diecisiete veces, para cualquiera que ame las historias de fantasía.
Psche… léete «Despertar». Si este te gustó, con «Despertar» alucinarás.