Vaya por delante que no soy ningún especialista en historia. Tan sólo me gusta mucho, al igual que me pueden gustar las croquetas. Lo que pasa es que la fritanga de las croquetas no me sienta bien mientras que los intríngulis de la historia te otorgan un conocimiento de la vida y, por tanto, de ti mismo, muy interesante para manejarte con mayor felicidad por este mundo de dioses. Al final todo es cuestión de felicidad. ¿Disfrutas, vida? ¿Sí? Pues sigue, sigue.
Y vaya lo anterior como justificación de lo que voy a decir a continuación. “Un espejo lejano” es el mejor libro de historia que he leído en toda mi vida. Sin dudarlo ni un instante. Trata de la Europa del siglo XIV. ¿Apasionante? ¿Manido? ¿Soso? Ya saben ustedes si me han seguido un poquito en este espacio morrocotudo que el argumento de los libros me suele traer mayormente al pairo. Que hablen de lo que quieran mientras logren atraparme como a un pez tropical desubicado, aterido y súbitamente lanzado por mano diestra a una pecera calentita. ¡Qué gustito! ¡Qué fluir de neuronas desatadas y jocundas!
La genial escritora, neoyorkina nacida en 1912, resulta ser una humanista de primer orden, una comunicadora excelsa, una escritora innata, una originalísima divulgadora… lo más granado de la insuperable raza de ensayistas anglosajones que tienen a bien amenizar nuestras veladas teóricas. Una delicia. Lo que se le ha ocurrido para mostrarnos cómo se vivía y se pensaba en la Edad Media es de una sencillez y de una originalidad apabullantes: sigue paso a paso la vida de un relativamente oscuro noble francés, Enguerrand VII, señor de Coucy. Y lo sigue casi como en una novela, con las necesarias y oportunas digresiones aclaratorias.
El resultado es un libro extremadamente fácil de leer, de una densidad teórica poderosa, que se disfruta desde su primera página hasta su final en la quinientos y pico… en letra pequeña, sí, es una pena… pero no todo el mundo está tan cegato como yo. El típico libro que te dan ganas de recomendar a todo quisqui. Pues eso es lo que estoy haciendo. No sé lo que opinarán los historiadores de carrera pero alguno que conozco ha quedado tan maravillado como yo mismo.
Alberto Arzua
¿Dónde podría encontrar este libro?.
Un saludo.
La editorial Península lo ha reeditado en el 2000, o sea que debe de ser fácil encontrarlo en librerías.
En la página quedelibros lo tienen en inglés.