Un libro con un planteamiento inicial muy atractivo donde se van presentando los personajes protagonistas a modo de píldoras cada vez más adictivas. Las diversas historias van creciendo en interés hasta llegar al momento en el que todas convergen, lo que viene a suceder a los tres cuartos de la novela. Después el encanto de la trama va bajando puntos, llegando a un desenlace final que no es ni desenlace ni final; parece como que el autor se hubiera cansado.
Resumiendo, una obra del estilo best-seller muy bien llevada y que sigues incluso apasionadamente durante la mayor parte de su desarrollo. Lo mejor que se puede decir del autor, además de que escribe muy correctamente, es que tiene una envidiable facilidad para imaginar argumentos. Es gracias a este don que consigue mantenernos enganchados de sus variopintas ocurrencias. Existe, por lo tanto, una importante base para disfrutar con “Mar de amapolas”.
El problema es que no sabe rematar la faena. Habrá quien discrepe de esta apreciación mía (sean bienvenidos sus comentarios) pero para que se me entienda me bastará con decir que el libro consta de 573 páginas a lo largo de las cuales se nos presentan no menos de siete u ocho apasionantes aventuras personales… y que el desenlace de todas ellas ocupa un par de párrafos que no llegan ni a llenar la página final. Lo siento, Amitav, pero esto no es de recibo.
El autor parece preocuparse en exceso de problemas lingüisticos que al común de los mortales le traen al pairo. Existe una exagerada cantidad de palabras (bengalí, árabe, chino, hindú, sánscrito, laskari, jerga marinera…) que no se entienden sin recurrir a una especie de glosario final llamado “crestomatía” donde, además, suele suceder que no se encuentre lo que buscas. Este glosario, que no es tal, ocupa más de cincuenta páginas y es absolutamente ilegible (todo lo contrario a las deliciosas post-presentaciones de personajes de Borges o Nabokov). Se ve que Amitav Ghosh ha metido muchas horas investigando estos términos y se ha decidido a aprovecharlas mediante esta final masturbación mental que no conduce a nada. Mejor se hubiera ocupado en finiquitar sus propios planteamientos. Por cierto, ¿te has dado cuenta, Amitav, de que el asunto de la visión premonitoria con la que pretendes cohesionar la trama te ha quedado más que coja? Me da la impresión de que había mucha prisa por acabar y mostrar tus conocimientos lingüisticos. Una pena. Las aventuras planteadas dan, por lo menos, para otro libro.
En fin, para no acabar en plan criticón (ya digo que he disfrutado mucho durante gran parte de la novela), transcribo un párrafo donde se demuestra cómo lo que empieza siendo una simple descripción acaba mostrando todo el poderío de un buen escritor.
El sheeshmahal estaba dividido en dos partes con una cortina de terciopelo: la sección de atrás se utilizaba como comedor y estaba dotada de una mesa de delicada madera de calmander. Sin embargo, cuando apartaron las cortinas, descubrieron que la pulida superficie de la mesa se había tornado gris a causa de la falta de cuidado y que una familia de escorpiones había establecido su residencia bajo la mesa. Hubieron de convocar a una sección de paiks armados de palos para desalojar a las criaturas, y después fue necesario cazar y matar un pato para que la mesa pudiera ser pulida con su grasa.
Aviso. Después aprovechan el pato para el menú.
Estoy empezando a leer Mar de Amapolas y la verdad es que lo estoy disfrutando
Me preocupan los comentarios sobre el rápido desenlace de la novela , y del hecho que no «remate adecuadamente la faena»
Tengo entendido que están previstas otras dos novelas dentro de la trilogía llamada del Ibis , quizá por eso el desenlace de este libro sea tan rápido.
Podéis confirmar esta información ?
No tenía idea de lo de la trilogía, o sea que no te puedo ayudar.
De todos modos me gustaría que, cuando lo acabes, opines acerca del desenlace. Así podemos compartir puntos de vista. Gracias
Acabó de terminar la novela. Hay algo de razón en que Amitav Ghosh se empecinó bastante en mostrar la mezcla de vocablos y expresiones que se entrecruzan en un escenario como la India, pero esto puede ser bastante entretenido para los que gustan de explorar nuevas lenguas.
Contienes historias que enganchan muy bien al lector, deliciosamente narradas, con alegorías que abren la imaginación.
En cuanto al final, puede haber algo de razón, tal vez se quedó cortó, tal vez daba para otro libro, tal vez a algunos guste. En lo personal, esperaba un real desenlace.