Acostumbrados a percibir el mundo por medio de imágenes visuales, es muy difícil comprender cómo se puede vivir sin ver. Para entenderlo, la autora de este libro imagina la amistad entre dos niños, uno de los cuales, Tomás, es ciego. Su amigo nos cuenta cómo Tomás es capaz de oler, tocar, oír y saborear los colores, mientras él solamente los ve.
El libro, totalmente en negro para introducir al lector al mundo de los ciegos, incluye el texto impreso y en braille, así como sugerentes ilustraciones en relieve para ser leídas y tocadas