¡A MI NO ME GRITE! de QUINO

Nuevamente, el padre de Mafalda usa su excelente humor como herramienta para diseccionar el mundo que nos rodea. Publicada originalmente en Argentina en 1972, esta colección de tiras cómicas tiene la dignidad, lucidez y habitual ternura que caracterizan la obra del gran dibujante argentino.

* A LA VENTA EL 21 DE SEPTIEMBRE DE 2007

Editorial: Lumen
144 pgs
Precio aprox: 16,90 €
ISBN: 978-84-264-1624-7
Género: Comics

QUINO, Joaquí­n Salvador Lavado, hijo de inmigrantes españoles, andaluces, nace en la ciudad de Mendoza (Argentina) el 17 de julio de 1932, aunque en los registros oficiales conste nacido el 17 de agosto.
Desde que nació se le llamó Quino para distinguirlo de su tí­o Joaquí­n Tejón, pintor y dibujante publicitario con quien a los 3 años descubre su vocación.

Humorista gráfico y creador de historietas argentino. Su obra más famosa es la tira cómica Mafalda (publicada originalmente entre 1964 y 1973).

Los protagonistas suelen ser gente normal haciendo su vida, aunque Quino no renuncia a escenas surrealistas o alegóricas (como policí­as arrojando valium en las bocas abiertas de manifestantes) y a las reacciones caricaturescas.

Así­, aunque Mafalda aparenta ser una tira más con protagonista infantil, sus contenidos suelen ser más cercanos y a la vez adultos que otras tiras similares. Destaca, por ejemplo, la preocupación de Mafalda por la polí­tica mundial, la obsesión de Manolito con el dinero, etc. A pesar de ello, estos personajes aún pueden ser vistos por los lectores como niños reales con padres reales, y no como «adultos en cuerpos de niño».

El humor de Quino es tí­picamente ácido e incluso cí­nico, ahondando con frecuencia en la miseria y el absurdo de la condición humana, sin lí­mites de clase. Así­, hace al lector enfrentarse a la burocracia, los errores de la autoridad, las instituciones inútiles, la estrechez de miras, etc. No duda así­ en usar sus viñetas para enviar mensajes de contenido social a sus lectores. Otro recurso tí­pico es la reducción al absurdo de situaciones conocidas. Con frecuencia, los chistes buscan la sonrisa como medio de enfrentarse a la cruda realidad.

Este enfoque pesimista de la realidad no impide que sus historias estén llenas de ternura y muestren una honda simpatí­a por las inocentes ví­ctimas de la vida (empleados, niños, amas de casa, pensionistas, oscuros artistas…), sin ocultar sus fallos y limitaciones. Pero incluso en sus caricaturas de jefes opresivos y burócratas sin sentimientos se atisba cierta simpatí­a, por ser a su vez ví­ctimas de su propia estupidez.

La óptica de Quino es probablemente producto de las vicisitudes de Argentina en los últimos cuarenta años; su mezcla de pesimismo y humanismo es posiblemente una de las principales razones de su gran éxito en toda Latinoamérica.

Leiaa

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