Mi nombre es Santiago.
Quién iba a decirme que despertaría una mañana y no llegaría a acabarse el día.
¿Sorprendidos? Imaginaos mi desconcierto, en un pequeño libro pero con todo el interés desde inicio al fin, el autor, mi creador se recreó en mi historia.
Todos los sueños con pájaros son de buena salud dijo mi madre pero yo siempre sueño con árboles.
Es hoy y aún no creo el final de mi corta vida, recien cumplidos los 21.
«Dadme un prejuicio y moveré el mundo», escribió el juez
Como bien dice el título, aquella mañana a las 5,30 y ahora sigan ustedes.
mirome
aburrido :]