-Seguramente seré un viejo iracundo e insoportable como mi padre. Eso si llego a vivir para cobrar la pensión, la pensión de policía, poca cosa ¿por qué no te vas a dormir?
-No puedo dormir, además he de aprovechar que no tengo que cuidar a los niños, quizá mañana no disponga de tanto tiempo. Tú sí deberías ir a casa y acostarte, pero a casa, no echarte en el catre de la comisaría un rato ¿te has visto en un espejo?
No, no me había mirado en un espejo, pero eso que me decía Ann-Britt me dio que pensar, porque ella no estaba precisamente bien, y eso que es una mujer guapa. Pero tenía razón, esta mañana me perdí la hora que tenía con el médico por lo de la diabetes que me acaban de detectar; otra preocupación añadida.  No hago más que beber agua, y ya me he tenido un desvanecimiento, es lógico que Ann-Britt y los demás compañeros estén preocupados por mí. Pero ahora no puedo flaquear, no con ocho cadáveres esperando a que descubra quién los ha matado, y quién sabe si no habrá alguno más, si no encontramos pronto a su asesino. No puedo seguir alimentándome así, a base de pizzas y salchichas, he de llevar una dieta estricta.
-¿Por qué mata a gente disfrazada? Unos muchachos en el bosque, celebrando la noche de San Juan, unos recién casados en la playa ¿por qué mata a gente a la que se ve feliz y disfrutando de la vida? ¿Por envidia?
-O quizá por compasión, porque sabe que la vida es triste y amarga, y así les evita la pérdida de la felicidad. Mueren con la sonrisa puesta.
-No sé qué me horrorizaría más que fuera, Kurt.
¿Qué está pasando en Suecia para que se den aquí este tipo de crímenes que acostumbramos a ver como algo de serie americana? Este país era antes paradigma de la civilización, nosotros inventamos el estado del bienestar, cómo hemos podido crear gente capaz de pensar así.
-Kurt ¿te encuentras bien? este caso te está afectando mucho.
-Echo de menos a Rydberg, él habría sabido dirigir la investigación mejor que yo.
-No lo creo, tú lo estás haciendo muy bien, tratando con un fiscal nuevo y además… hemos perdido un buen policía también. Aún no acabo de asimilar el que Svedberg sea esta vez una víctima, y no esté a nuestro lado investigando. Pero es cierto que tiene que ser muy duro para ti, una vez me dijo que tú eras su mejor amigo.
-Sí, sé que decía eso, pero lo curioso es que apenas nos tratamos, y aún así me consideraba su mejor amigo. Yo nunca lo habría creído. Con su muerte estamos descubriendo que no sabíamos nada de un compañero que llevaba tantos años con nosotros. Cómo cambia la perspectiva que tenemos de una persona cuando está sujeta a una investigación policial, aunque haya sido alguien de entre nosotros.
-Todo son cabos sueltos en este caso, o en estos casos, que ya no sé si es uno, dos, o tres, ni siquiera eso. ¿Sabes? quiero que acabe esto y poder dedicarme a mis hijos un tiempo. Voy a separarme de mi marido.
– Lo siento, pero lo entiendo, esta es una profesión para solitarios, aunque en realidad yo me sorprendí mucho cuando mi mujer me dejó. Luego lo fui pensando y me di cuenta de que era como si viviéramos separados ya hacía tiempo. Pero, con todo, me sorprendió.
Nos mantenemos gracias al café. Aquí estamos todos, cada uno en su mesa, a veces en la de juntas, todos rodeados de papeles, todos con el teléfono en la mano, todos los que tienen casa y familia llamando para decir que esta noche tampoco saben cuándo llegarán, si llegan. Y los periodistas pendientes de nosotros, y el director, y hasta el ministro. Es mucha presión para tener que ir con terrones de azúcar en el bolsillo por si sufro un desfallecimiento, una bajada de azúcar. He engordado ¿cómo voy a poder llevar una dieta sana con este trabajo? Cuando resuelva este caso, que lo resolveré, tendré que coger unos días de baja. Martinson estuvo a punto de dimitir, el anterior fiscal se fue, dejó a su mujer y se fue a trabajar unos años en misiones de socorro internacionales; Rydberb murió de cáncer, y tras su muerte también fue evidente que no sabíamos nada de él ¿y yo? Yo no sé ponerme a pintar cuadro tras cuadro, como mi padre, todos iguales, todos esos bosques con un sol pálido, a veces con urogallo, a veces sin él, pero siempre el mismo. Quizá debí hacerle caso y no meterme en la policía, pero esto es lo que soy y ya no sabría hacer otra cosa. Lo que no quiere decir que cada día no sea más difícil.
-¿Por qué alguien mataría a unos jóvenes, los metería en bolsas de plástico, los enterraría, y mes y medio más tarde los sacaría y los volvería a colocar como estaban, merendando, con su mantel y sus vasos de vino? ¿Qué saca con todo eso?
-Lo peor es que cuando lo sepamos, cuando nos lo diga, porque acabaremos cogiéndole y nos lo dira, lo más seguro es que tampoco lo entendamos. Esa es la principal diferencia existente entre ahora y cuando entré en la policía. Antes entendía a los delincuentes, el que robaba tenía un motivo, incluso a veces podía comprender al que mataba, pero estas acciones no, ya no las comprendo, y me temo que un policía que no comprenda está abocado al fracaso.
-Kurt, tenemos un buen grupo, trabajamos, nos esforzamos, y sé que tú nos llevas por el camino correcto. Lo lograremos.
-Vivimos en la era de los nudos corredizos. La inquietud aumentará bajo el cielo.
Kurt Wallander un policía sueco, cuarentón, separado y de carácter melancólico es la gran creación del novelista Henning Mankell. Su saga de novelas, que comienza en «Los perros de Riga» y continúa con «Asesinos sin rostro», «La quinta mujer», «Pisando los Talones», «La leona blanca», «Cortafuegos», «La falsa pista» y «El hombre sonriente», es de obligada lectura para los amantes de la novela policiaca seria y sin concesiones excesivamente fantasiosas.
He leido hace poco «El retorno del profesor de baile «, otra vez Mankell despues de «La piramide «, aunque no lo protagoniza el pesimista Kurt, sino Stefan Lindman, un policia mas joven.(el tiempo pasa para todos ) .
Más joven pero igual de hecho polvo ¡con un cáncer en la lengua! Hombre, porrrdió, este Mankell saca unos detectives que, desde luego, no son de peli de jólivuz. Ahora la chica de Kurt, Linda, creo que se mete a cadete (¿o cadeta?) también en la poli ¿se hará novia del poli con la lengua chunga?
me encanta es autor. lo descubri por un compañero que vivio en suecia y lo sigo siempre me parece que hace libros bastantes reales y bueno hay veces que es medio bajón pero me encanta siempre espero un nuevo libro.