La novela negra

Hola a todos:

Oz me ha pedido que colabore en este blog y os diré que yo soy una apasionada de la novela policí­aca (y la histórica). La que más me gusta es sobre todo la anglosajona y más la norteamericana que la británica.

Hay dos tipos muy diferentes de novela policí­aca: la que sólo importa el “¿quién? ¿cómo?”, etc. Y la psicológica-suspense. Las del primer tipo suelen ser muy “fáciles” de leer, y para mi gusto más flojas; en ella la gran maestra es por supuesto Agatha Christie, pero me voy a referir sólo a autores más modernos:

Primero mencionarí­a a la que ha dado lugar al “alfabeto del crimen”, Sue Grafton con su larga serie de novelas que ya van por la R en España (con la detective Kinsey Milhone); Ruth Rendell (y su famoso inspector Wexford), Patricia Higsmith, Anne Perry (ambientada en la época victoriana), Mary Higgins Clark, etc.

En segundo lugar están las psicológicas y de suspense con autores como Henning Makell (uno de mis preferidos, con el inspector Kurt Wallander), Kathy Reichs (la forense Temperante Brennan), Patricia Cornwell (la forense Kay Scarpetta –aunque me ha decepcionado mucho su última novela La Huella), Phyllis Dorothy James (más conocida como P. D. James, con el detective y poeta de Scotland Yard Adam Dalgliesh), Leslie Glass (la sargento neoyorkina de origen asiático y con sólo tres novelas por el momento traducidas en España), Michael Connelly (uno de mis favoritos con su detective Harry Bosch); Jeffery Deaver (otro de mis favoritos, con el policí­a tetrapléjico Lincoln Rimes); Elizabeth George (y su aristocrático detective de Scotland Yard Thomas Linley); la recientemente fallecida y otra de mis favoritas Batya Gur con su detective Michael Ohanyon; Sara Paretsky (detective Victoria Warshawski), Lisa See (inspectora Liu Hulan, en Pakin), Donna Leon (con el comisario Brunetti), Andrea Camilleri (comisario Montalbano), Ian Rankin (inspector Rebus), Jon Connolly (con el ex policí­a metido a detective Bird Parker), y el muy reciente (en España) Alexander McCall Smith (con la simpática Mma Ramotswe, la 1ª detective de Botswana). Aunque este último no podrí­a encuadrarlo como psicológica-suspense precisamente.

Aparte están muy de moda las novelas detectivescas medievales. Una de las primeras autoras (que yo sepa) que se dedicó a este subgénero fue Ellis Petres, con el fraile metido a detective Fray Cadfael (para mi gusto un poco flojitas sus novelas). A ella hay que sumarle una larga lista de autores: Paul Harding (con el entrañable Fray Athelstan), P. C. Doherty (el detective Hugo Corbett por encargo del rey Eduardo I), Candace Robb (con la serie del ex arquero metido a detective Owen Archer), Peter Tremayne (la serie de Sor Fidelma, ambientada en Irlanda en el siglo VI), L. J. Rowland (con el detective Sano Ichiro en el Japón del siglo XVII), Michael Jeks (con el templario Baldwin Furnshill y el alguacil Simón Puttok) y los recientemente aparecidos Alys Clare (con la serie de Los misterios de la abadí­a, con el detective Josse dÁcquin y la abadesa Helewise) y C. J. Sansom (con el abogado jorobado Mathew Shardlake al servicio de Cromwell). Capí­tulo aparte están Lindsay Davies (con la serie de Marco Didio Falco ambientada en la Roma Imperial), Steven Taylor (con Gordiano el Sabueso, igualmente en la Roma Imperial) y Paul Doherty (con el juez Amerotke, el juez supremo de Tebas).

Por supuesto que me dejo unos cuantos en el tientero… ¡es que no me da tiempo a leer más!

Saludos,

Mayrit

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